quarta-feira, 24 de dezembro de 2008

MARATONA DO PORTO

Mais uma prova grande para o meu palmarés, e desta feita em casa, que dá mais entusiasmo correr ao lado dos meus colegas campeões. Obrigado para eles que me "ajudaram" a chegar à meta mais folgado. Abraço para todos vós. Fernando.

sexta-feira, 29 de agosto de 2008

PR2 - Cabreia e Minas do Braçal

domingo, 20 de julho de 2008

5º Aniversário do Clube Porto Runners

...e assim foi festejado pelos seus sócios-praticantes mais um ano de vida para o nosso clube. Da mesma forma, no mesmo local aprazível, quase todos nos reunimos para celebrar e desejar muitas actividades no futuro. Contam-se histórias do passado, comenta-se a prova da semana anterior, que por acaso foi a 3ª edição do ULTRA TRAIL SERRA DA FREITA, aonde o PORTO RUNNERS conseguiu o número de participantes record a nível de todos os clubes. E fala-se de objectivos para os anos seguintes.
...acima de tudo um salutar convívio. Até ao próximo ano.

segunda-feira, 30 de junho de 2008


ULTRA TRAIL VIA NOVA – GEIRA ROMANA

El pasado día 1 de junio, respondiendo al llamamiento de la Confraria Trotamontes, a la que me enorgullece pertenecer como Confrade Honorario, y como integrante del Club de Ultrafondo Pretorianos de Tomares, acudí a la disputa del I Ultra Trail Via Nova Geira Romana, organizado por la Confraria Trotamontes y el Clube de Orientaçao do Minho. Este Ultra Trail iba a disputarse entre las millas XII (Paredes Secas, en el concelho de Amares) y XXXVI (Lobios, Orense) de la Via Nova – Geira Romana, sobre un total de 45 kilómetros y, como dijo Moutinho, uno de los grandes maestres de la Confraria, com uma grande ambientaçao romana.
El origen de esta vía se debe, entre otras cuestiones, a la necesidad de favorecer una rápida movilidad de los ejércitos que permitiese garantizar el dominio del territorio montañoso donde se localizan el Parque Nacional da Peneda Gerês y el Parque Natural da Baixa Limia – Serra do Xurés, dando lugar a la construcción de la vía XVIII del Itinerario de Antonino, o Vía Nova, conocida como Geira en esta zona del norte de Portugal.
Esta vía, construida posiblemente en el último tercio del siglo I (d.C.) unía Bracara Augusta (Braga), y Asturica Augusta (Astorga), con un total de 215 millas romanas (cada milla tenía unos 1481 metros), para un total de casi 318 kilómetros, debidamente marcadas con una de las mayores concentraciones de miliarios de Europa, epigrafiados entre los siglos I y IV, atravesando una zona montañosa de bosques húmedos, mucho granito más o menos descompuesto, fuertes subidas y bajadas, numerosos restos arqueológicos como puentes, muros…, y en la calzada, muchas piedras, vacas, caballos, cabras, agua y mucho, mucho barro…
Con estos antecedentes, muy cansado, teniendo las rodillas bastante tocadas y sin estar ni mucho menos en buenas condiciones, el sábado me planté en Maia, una ciudad dormitorio de Oporto, comí en casa de Fernando Rocha, uno de los Grandes Maestres de la Confraria, y nos fuimos hacia Campo do Gerês, una aldea de Terras de Bouro, donde estaba el secretariado de la carrera, en el Museu Etnográfico de Vilarinho das Furnas, que recrea una aldea engullida por las aguas del embalse de Vilarinho das Furnas en el río Homem, en 1971.
Una vez llegamos al Museu, recogimos el dorsal, la camiseta y demás enseres, saludamos a algunos de los participantes y fuimos al albergue juvenil que hay cerca de allí, para dejar las bolsas de viaje; este albergue es una restauración de unas edificaciones antiguas y abandonadas, y está en muy buenas condiciones, con habitaciones cuádruples y baños compartidos, pero está bastante bien y a un precio muy razonable.
Ya establecidos, volvimos al Museo, seguimos saludando a otros amigos, conocidos de otras carreras (en Portugal el fenómeno de las carreras de montaña está empezando a despuntar; es todo un hito que en un ultra trail como este hubiese 200 participantes, y muchos nos conocíamos al menos de vista), colocamos unos carteles de la Confraria, y fuimos a cenar al Parque de campismo de Cerdeira, donde la organización había organizado una cena común. Ya en la cena, para empezar con la ambientaçao romana, apareció Moutinho vestido de centurión, algo que sacó del sopor a una pareja de viejos ingleses que estaban apretándose una botella de vino como unos campeones, y empezó a animar al personal.
Claro que si Moutinho estaba vestido de centurión, cuando llegamos al museo para escuchar la charla técnica, nos encontramos con que el otro ponente de la charla era José Ribeiro, del Clube de Orientaçao do Minho, vestido de emperador, con sus laureles y sus cositas. En fin, en la charla Moutinho explicó que en el PK 27.6 había un control intermedio por el que se debía pasar en menos de 3h30’, que sólo había un punto, La Quebrada, donde el itinerario desaparecía, porque había un agujero y había que bajar a él, que el río Homem llevaba bastante agua (no como en el Ultra da Serra de Freitas, donde se cruzó un río que le llegó a Célia por el cuello), y que por lo demás, era fácil, aunque en el tramo español había mucho barro. Fácil…, ya…
A la mañana siguiente, me levanté a las 4:40, tomamos el pequeno almoço en el Albergue y salimos pitando hasta el Museo, donde a las 5:30 nos recogieron los autobuses que nos llevaban, tras una hora de camino, hasta Paredes Secas, una aldea del concelho de Amares donde se ubica la milla XII y desde donde a las 7:15 el emperador Ribeiro y el centurión Moutinho dieron, previo alegato imperial, la salida.
Aun cuando no tenía ninguna intención de obligarme demasiado en la carrera, cometí varios errores y salí demasiado deprisa para lo que debía, sobre la mitad del grupo, y sin haber calentado lo suficiente, de modo que a los pocos kilómetros empezó a pasarme un montón de gente y empecé a notar los pies dormidos, así que ví que tendría que ir a un ritmo que me permitiese pasar bien por el control intermedio, e intentar no perder al grupo con el que iba.
Así, entramos de nuevo en el concelho de Terras de Bouro –milla XIV- y fuimos haciendo camino parando para hacer algunas fotos, que el paisaje lo merecía ampliamente. Si bien al principio había más barro, y m. de vaca a montones, el firme de la vía en este tramo era fundamentalmente de tierra, con multitud de miliarios, y se encontraba en buen estado. Así, completamos 8.5 kilómetros en la primera hora, corriendo en los tramos llanos y bajadas, y andando en las subidas, y pasamos el primer control en 1h:04’, a un ritmo claramente excesivo para mis posibilidades, pero disfrutando de un paisaje impresionante, impresionante.
Con anterioridad Moutinho había colgado en Internet muchas fotos del recorrido de la carrera, para fomentar la participación, pero hay que reconocer que este paisaje de robles, pinos, brezos y tojos lo merece, es una carrera muy bonita, muy bonita y con una logística complicada, cuya organización tiene un enorme mérito.
En cuanto a los controles, eran como en las competiciones de orientación, con chips, y en varios de ellos estuvieron Ribeiro y Moutinho controlando al personal. Así, sobre el kilómetro 21, después de subir por una pendiente cuajadita de barro y m. de vaca. llegamos hasta la quebrada, donde se había formado un atasco de corredores porque el agujero que había que bajar tenía como 6 metros de profundidad y había que bajar agarrándose a las raíces.
Como ví que tenía para un rato si esperaba a la cola, busqué no bajar por el sitio lógico sino agarrándome a otras raíces y conseguí cruzar rápido, con un corredor de Burgos, uno de los pocos españoles, de modo que sellamos el segundo control, inmediatamente después de la quebrada en 2h39’.
En ese punto todos empezamos a echar cuentas, creo que nadie veía muy claro que sobrase mucho para llegar al control intermedio en 3h30’, más aún cuando algunos se extraviaron en la aldea de Covide, en la milla XXV, así que tuvimos que apretar más de lo que debíamos, y conseguimos llegar en 3h26’ al Museu, milla XXVII y puerta del Parque Nacional, donde estaban el tercer control y el primer (y muy abundante) avituallamiento sólido.
En ese punto me las prometí muy felices, pensando en que, si había hecho 27.6 km. en 3h26’, en completar los 17.4 km. restantes, no debía tardar más de un par de horas, siendo los últimos kilómetros de bajada. Craso error, que parezco nuevo…, el cuerpo no es el mismo, y cuando empiezan las calores el tío no marcha igual de bien.
En cualquier caso, los 8 corredores que íbamos juntos, salimos del Museu y pasamos por el tramo conocido de la aldea de Campo do Gerês y del Parque de Campismo, pero algo de lo que comí no debió sentarme muy bien, y me quedé un poco atrás. Ya solo, en la milla XXIX llegué a las cercanías del embalse y ví a otros corredores, marchando durante tres millas más, en un paisaje estupendo en medio del bosque (Mata de Albergaria), con algunas subidas y bajadas, pero por un camino en buen estado, y en una espesura de robles y hayas verdaderamente espectacular, pasando el cuarto control en 4h06’.
Después del tramo junto al embalse, en la milla XXXIII la vía cruza el río Homem, que iba un poco crecido, de modo que habían tirado una cuerda para que pudiésemos cruzar; todo un detalle, si no, allí el agua se habría llevado a alguno, cómo iba de agua, qué fresquita y bien vino para limpiar las zapatillas… para limpiarlas 10 minutos, vaya, porque al poco nos metimos en el enésimo barrizal y, ya un grupito de cinco, iniciamos la subida hacia la frontera de la Portela do Homem, en la milla XXXIV, donde estaba el segundo avituallamiento sólido y desde donde se iniciaba el descenso hacia Lobios.
Como siempre, uno sube mal, pero baja sensiblemente mejor, sobre todo si es una bajada complicada, de modo que apreté un poco más con intención de entrar en menos de 6 h; con el tiempo que tenía, si conforme a lo que nos habían dicho, quedaban 5 kilómetros, aquello estaba hecho. El problema es que no quedaban 5 kilómetros sino no menos de 7, las rodillas protestaban y en algunos tramos el recorrido era un barrizal, y llega un momento en que uno se relaja, y además, ¿a mí qué me importa el tiempo, si he venido a disfrutar?. En fin, que entre estas fatigas, y en medio de los dolores, conseguí llegar a meta en un tiempo de 6h13’, muy contento de haber acudido a esta carrera y haber disfrutado de unos paisajes y una organización fabulosa.
En la pos-carrera, decir que la meta estaba situada en unas termas junto al río Homem y pudimos darnos un baño en el agua caliente de las termas y en la fría del río, y nos llevaron de nuevo en autobús hasta el Museu. El recorrido en autobús fue por el camino que iba junto al embalse, disfrutando otra vez del recorrido, y para rematar, si la entrega de premios fue espectacular, con el personal vestido de romanos, el almuerzo fue el acabóse, una fiesta en toda regla, no faltó de nada en este nuevo evento de la Confraria Trotamontes.

quinta-feira, 26 de junho de 2008

Maratona de San Sebastian


Running the World

A abrir este blog quero saudar todos os meus companheiros de treinos e provas de corrida. Quero deixar aqui um abraço de agradecimento pelos conselhos que recebi nesta minha existencia que não vai já sendo curta.